Tarariras en spinning
Para pescarlas con señuelos es necesario conocer la especie

El spinning, es la modalidad que consiste en tentar a la presa tirando y recogiendo un artificial (señuelo, no mosca). Y para hablar de pesca con señuelos en nuestro país nada mejor que empezar con una especie emblemática, no lo suficientemente valorada, como es la tararira, pez deportivo por excelencia, que regala generosa su presencia en la mayoría de las lagunas, ríos y lagos de nuestro país, desde La Pampa hacia el Norte.

Costumbres de la especie
La elección del señuelo adecuado está en estrecha relación con el conocimiento de la especie y su hábitat. La actividad de la tararira está relacionada con la temperatura: 'por lo general pica cuando ésta supera los 18 grados centígrados'. 'Las tarariras viven en sistemas lénticos, en aguas quietas o con poca corriente. Es una especie territorial que caza al acecho, atacando lo que ingresa en su territorio'.

En los meses de bajas temperaturas, se ubica en los fondos caudalosos, cerca de las barrancas y al resguardo de predadores. Los pescadores solemos decir de forma inexacta que está 'enterrada', pero esto no es así, sólo permanece inactiva y camuflada, nutriéndose de sus reservas grasas acumuladas en verano, esperando que la temperatura vuelva a activarlas. En primavera, la tarucha va ganando las orillas y desbordes, donde el agua se calienta más rápido.

A principios de temporada (setiembre, octubre, noviembre) en las lagunas se alimenta en zonas bajas hasta la época de desove (diciembre y enero), donde casi no come por cuidar huevos (20 a 60 mil por desove) y crías, permaneciendo machos y hembras junto al nido, al que oxigenan con aleteos de sus colas para hacer circular agua.

En riachos y sistemas fluviales, influyen las crecientes y bajantes. Si el río está alto la tarucha sale del caudal para ganar los desbordes, donde consigue alimento y se resguarda de otros predadores. Cuando el agua baja, la tarucha deja los desbordes para alojarse en arroyos y cursos de agua menores, donde encuentra refugios naturales. Y si no existen predadores, también se las encuentra en las bocas de riachos y ríos mayores, donde acechan a las especies forrajeras (mojarras, bagrecitos, dentudos, etc) que les acerca la bajante.

La diferencia de costumbres entre la tarucha de laguna y la de río también se ve a la hora de la reproducción: mientras que en la laguna la especie arma su nido en territorios delimitados, en los ríos hacen colonias, una serie de agujeros en las barrancas donde los reproductores conviven en aparente armonía.

Qué señuelos usar
A principios de temporada y cuando la tarucha se encuentra en aguas profundas, los señuelos ideales son las Cucharas, los Spinnerbaits (con antienganches) y las mojarras o bananas de paleta, si no hay enganches. A medida que se calienta el agua la tarucha va ganando zonas más playas. Es la época de pre-desove, de octubre a diciembre, con las tarariras muy activas y cazadoras.

Aquí, por lo general, los señuelos de media agua son los mas rendidores: orenos, alferenos, bananas de paleta corta, ranas de paleta corta, spin-fish, flat sallowers, cucharas con pescado de goma y modelos rattlins.

Donde haya aguas muy bajas (50cm. o menos), se pueden usar señuelos de superficie o top-waters: poppers, ranas de goma, twist, Alfer's pop. En estos casos hay que tener en cuenta que la distancia de ataque es de 60cm. y hay que tener en cuenta que el cono de visión de la especie se reduce por la falta de profundidad, por lo que suelen reiterarse los ataques fallidos antes de una captura.

Con aguas turbias, los señuelos 'ruidosos' (buzzers, torpedos, crowlers) permitirán que la tararira identifique el cebo por el ruido y con aguas muy bajas con mucha vegetación hay que usar un señuelo que no se enganche, haga ruido y trabaje en superficie: el spinner buzzer, en estos casos, se lleva las palmas. Cada señuelo tiene su velocidad de trabajo y la técnica del pescador encontrará el término medio de acuerdo al rendimiento.